Verdadera conmoción ha causado en las huestes de extremismo barinés el reciente pronunciamiento de los alcaldes de Zamora, Pedraza y Obispos quienes al lado del presidente Maduro manifestaron su disposición de trabajar en armonía por el bienestar de sus pueblos.
Esta postura, que significa un desafío a la política extremista de un sector de la oposición, forma parte de la expresión de malestar y controversia que ha generado la errática y guerrerista política del candidato antipatria y de «la doña de los apellidos» que lo emplea como títere.
Es un secreto a voces que las contradicciones en Barinas llegan a un punto de ebullición y de deslinde absoluto entre los opositores, que se debaten entre saltar al vacío con el fascismo extremista y la postura de los liderazgos opositores conscientes, muchos de ellos con tareas de gobierno, que quieren lo mejor para sus pueblos y que, aun adversando al gobierno nacional, están dispuestos a trabajar en armonía en procura de la paz y el bienestar del pueblo como un bien superior.
Por tanto es cuestión de días (y algunos dicen que de horas) para que se generen pronunciamientos en Barinas que expresarán las graves facturas de la oposición y cómo personas que en algún momento fueron confundidas por el bombardeo de mensajes antipatria hoy se suman masivamente a la opción chavista como garantía de paz y bienestar general.